El Ego es un instrumento y un medio, pero nuestra importancia personal lo convierte en un fin complaciente con uno mismo. Si se hace un esfuerzo denodado para destronar el Ego, el ser humano se puede conectar con su verdadero ser y acceder a otros espacios de pensamiento y acción, y ver el mundo y la realidad con otra mirada.
“Mientras te sientas lo más importante del mundo, no puedes apreciar de verdad el mundo que te rodea. Eres como un caballo con anteojeras nada más que te ves tú mismo, ajeno a todo lo demás”. Nagual Juan Matus.
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